Artritis

La artritis

La artritis abarca un gran número de padecimientos reumáticos, mismos que producen rigidez, hinchazón y pérdida de la función en las articulaciones y los tejidos conectivos. Se presenta con mayor frecuencia en personas con una especial predisposición genética. Sin embargo, en recientes estudios se han encontrado datos sugerentes con respecto a que una de las causas podría ser el bajo funcionamiento del sistema inmunológico que normalmente protege al organismo contra la invasión de agentes extraños como bacterias y virus. En algunos casos, es posible que dicho sistema no responda de manera adecuada a la infección y, en lugar de ello, ataque a los tejidos del cuerpo.

La artritis no es contagiosa. Se sabe que hay alteraciones en las defensas del organismo, pero la inflamación que se produce en las articulaciones es la consecuencia de la invasión de la membrana sinovial.

Las formas más comunes de artritis son: Osteoartrosis, Artritis Reumatoidea, Gota, Fibromialgia y Lupus Eritematoso Sistémico.

Cada clase de artritis tiene su propio conjunto de síntomas característicos y de evolución. Adicionalmente, la manera en la cual progresa varía entre las personas. Por lo cual, para diagnosticar dicho padecimiento existen ciertos criterios establecidos por el Colegio Americano de Reumatología:

Dolor en las articulaciones grandes y pequeñas del cuerpo. Las muñecas, los dedos, los codos, los hombros, las caderas, las rodillas, los tobillos y los dedos de los pies sueles ser los más susceptibles.

• Por las mañanas existe dificultad para realizar movimientos (rigidez matutina).
• Pérdida de la capacidad para hacer algunas tareas de la vida diaria.
• Cansancio fácil.
• Fiebre inexplicable.
• Dolor de cuello intenso y persistente.
• Hormigueos en manos y pies

TRATAMIENTO

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